El Banco de España ha constatado que los precios de la vivienda muestran «incipientes indicios de sobrevaloración», según se desprende del »Informe de Estabilidad Financiera».
Aunque de momento el Banco de España cree que esa sobrevaloración es «reducida», considera que es importante prestar atención al comportamiento a futuro del mercado inmobiliario. Según explica en el informe, los indicadores sobre desequilibrios en el mercado inmobiliario venían mostrando algunas señales leves de sobrevaloración desde el inicio de 2020, que se han incrementado ligeramente en 2021.
Aunque se siguen situando cerca de calores de equilibrio, el Banco de España cree que es necesario hacer un seguimiento estrecho de este mercado, sobre el que el conflicto bélico en Ucrania podría tener efectos contrapuestos, dada la erosión real de los ingresos de los agentes que representa el aumento de la inflación y el posible endurecimiento de condiciones financieras, pero también su carácter de activo refugio ante corrección de los precios de los activos financieros.
El director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución, Ángel Estrada, ha explicado que una parte del encarecimiento de materiales está teniendo reflejo en precios vivienda. No obstante, desde el Banco de España reiteran que todavía no se aprecia una acumulación de riesgo sistémico que requiera activar instrumentos macroprudenciales, aunque sí apela a monitorizar el mercado con atención.
No ve criterios de concesión laxos en los créditos
La autoridad monetaria indica que no hay señales de la aplicación de criterios de concesión laxos en los créditos, pero la posibilidad de una cierta transmisión de los efectos de los desequilibrios inmobiliarios dentro del área del euro supone una «fuente de riesgo relevante» para el sector bancario español, y es necesario evaluar cuidadosamente la disposición de los recursos de absorción de pérdidas suficientes.
Sobre esto, Estrada ha señalado que al analizar las condiciones de hipotecas, los resultados sugieren que siguen aprobándose con unas condiciones sanas y muy prudentes. «No vemos que se estén relajando», ha remarcado.
Según el informe, el crecimiento del crédito hipotecario nuevo en España fue especialmente significativo en 2021, con tasas de crecimiento interanuales superiores al 40% en la parte final del año. Sin embargo, el organismo apunta a que, debido a los niveles reducidos de los que partía, la ratio del flujo anual de crédito nuevo sobre el PIB se mantiene alineada con la del resto de los países del área del euro en los que la Junta Europea de Riesgo Sistemático (JERS) no ha encontrado desequilibrios inmobiliarios sistémicos.
En cuanto a la situación del endeudamiento hipotecario total, la mayoría de los países ha experimentado ligeros incrementos en la ratio del saldo total de crédito hipotecario sobre el PIB desde el inicio de la pandemia. Entre ellos conviene distinguir entre los países cuya ratio ha aumentado como resultado de la acumulación de deuda, y aquellos en los que este aumento se deba principalmente al retroceso del PIB generado por la pandemia, como es el caso de España.
No obstante, el Banco de España explica que un incremento del endeudamiento supone una vulnerabilidad en ambos casos, ya que puede dificultar el pago de las obligaciones hipotecarias si se produce una perturbación adversa, en particular en los países que ya contaban con un nivel de deuda alto antes de la pandemia.